El encantador centro histórico de Quebec

Quebec, conserva en su distrito histórico, el encanto de un legado europeo materializado en construcciones que recuerdan a un barrio del Viejo Continente, pero ésta vez, en pleno continente americano, más precisamente al este de Canadá. La Ville de Québec es una zona amurallada de estilo francés que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1985:

 

Imagen René Hherhardt

La ciudad de Quebec, capital de la provincia homónima de Quebec, posee un centro histórico amurallado a orillas del río San Lorenzo, asentado sobre una colina en cuyo zona más elevada resalta el famoso hotel Château Frontenac. Es sin dudas el sector más atractivo de la ciudad. La zona más alta de la colina se conoce con el nombre de Haute Ville, (ciudad alta, literalmente). A los pies del acantilado Cap Diamant, se encuentra la «Basse Ville» (ciudad baja), en la costa del río.

El centro visual de Haute Ville, es sin dudas el Château Frontenac, en la cima de la colina. Junto al hotel, un paseo encantador, sobre una rambla de madera y junto al acantilado, ofrece vistas espectaculares del viejo Quebec, y el entorno del río. Terrasse Dufferin es un paseo infaltable para turistas y residentes de la ciudad, aunque por supuesto habrá que encontrar un día radiante en una ciudad que cuenta con numerosos días lluviosos.

Imagen Katbert

Todo el distrito histórico de Quebec, está plagado de edificios notables, entre catedrales, edificios gubernamentales, y hasta una fortaleza. En lo más alto de Cap Diamant, se encuentra la Ciudadela (La Citadelle), una fortaleza histórica que es actualmente un reducto de las fuerzas armadas canadienses.

El descenso a la ciudad baja, no es menos encantador, entre calles empedradas en desnivel, con pintorescas viviendas y comercios. La vía principal de descenso es la calle Cóte de la Montagne, célebre por su abrupta escalera Rompecuellos (nombre nada prometedor) y un funicular, que por supuesto facilita las cosas para los menos ágiles. La ciudad baja de Quebec está llena de atractivos entre los que se incluyen la iglesia más antigua de Canadá, el puerto, museos, y cientos de tiendas de arte y artesanías.

Imagen Looseends

Quebec es un reducto europeo desde sus orígenes. Tal es así, que el distrito fue durante un tiempo el centro político de la Nueva Francia entre el siglo XVi y XVIII. Los aires del Viejo Mundo, se filtran entre las calles de la ciudad, y perduran emulando una tierra distante. Con todo, Quebec tiene un estilo único y llamativo, que se conserva para deleite de los visitantes